martes, 16 de julio de 2019

Mi pequeño TDAH

Siempre he visto a mi pequeño pequeño diferente a los demás en cierto modo, cuando todos estaban sentados, él estaba acostado en el suelo, cuando todos los demás niños jugaban con los cubos el se acostaba sobre la mesa, cuando todos cantaban y jugaban él prefería hacer otras cosas, siempre diferente a los demás, todos en la guardería querían dormir pero no, él no, el simplemente quería jugar en ese momento, era tan visible un poco alucinante y preocupante a la vez.

Ah! y las quejas.... las malditas quejas, siempre recordándome lo NO perfecto que era mi hijo y lo malos padres que éramos, realmente me frustraba sobremanera. Así que cuando a los dos años lo mandaron al psicólogo se me hizo una exageración, aunque sabía que había algo diferente no lo creí necesario, sin embargo acudí, la mayor preocupación de las educadoras era que mi niño fuera autista, porque no les hacía caso cuando le hablaban, no quería decir una sola palabra en la guardería, cosa que en mi casa se la pasaba tratando de decirnos un montón de cosas, y jugaba muy bien con su hermano y con otros niños con los que convivía, así que realmente no me preocupaba de que fuera eso.

Finalmente lo diagnosticaron con TDAH, 3 psicólogos diferentes y 1 psiquiatra dieron el diagnóstico, aunque sin ningún estudio neurológico que lo avalara, sin embargo hemos estado trabajando mucho con él, a lo largo de este tiempo la mayoría de maestras con las que ha trabajado incluyendo la psicóloga de la escuela me dicen que el niño no demuestra signos de déficit de atención, no tiene problemas de aprendizaje y ahora ya no tiene problemas en relacionarse con nadie, pero ¿entonces cuál es el problema? pues que no se queda quieto, no se si es porque de niña fui muy parecida, hasta la fecha sigo siendo realmente inquieta y me entra un poco de ansiedad cuando mi mente o cuerpo no están ocupados o en movimiento y cuando no puedo hablar, probablemente es por eso que me gusta escribir (sí lo sé, no muy seguido, pero créanme que en mi casa lo hago) volviendo al tema, para mi no es tan extraño que el niño quiera moverse y explorar todo a su alrededor, pero cuando lo veo junto a otros niños -claramente consciente de que no debo compararlo- es inevitable ver que de verdad hay algo ahí.

En fin, es mi hijo, lo amo, y siempre estoy dispuesta a hacer todo lo que esté en mis manos para poder ofrecerle una vida llena de buenos momentos, aunque a decir verdad , siempre está contra corriente, siempre esta ante las miradas de los demás, que en ocasiones no son muy agradables, siempre está sometido a la predisposición de muchas personas que piensan que saben como es aunque nunca se hayan tomado el tiempo en conocerlo de verdad, aún así siempre sabe como salir adelante y no dejar que eso le afecte mucho, a pesar de que solo tiene 4 añitos. Trato siempre de evitar que se meta en problemas y que tenga malos comportamientos, a veces me molesta mucho que se fijen tanto en mi hijo cuando a pesar de ser tan inquieto y prácticamente una bala, nunca le hace daño a nadie, ni personas, ni animales ni plantas, nunca es grosero con sus mayores, es muy compasivo cuando ve a alguien vulnerable ante él y siempre está dispuesto a ayudar, es muy cuidadoso de lo que pasa en su familia y cuando me fijo en otros niños que vaya que son groseros, le faltan al respeto a sus padres y maestros, agreden a sus compañeritos de clase y tienen un repertorio completo de malas palabras mi hijo es la piedra en el arroz, de verdad me da mucha rabia, pero yo mejor que nadie lo conozco y lo amo tanto, por eso para mí es una gran luz en mi vida.

Ya me desahogué así que les dejo, aún si nadie lee esto me ha servido bastante para dejar un poco del estrés que vengo cargando por esta situación, es que hay días en que mi mente me traiciona y son pequeños momentos muy intensos donde los nervios me aquejan debido a esto.

sábado, 12 de mayo de 2018

Los pequeños corazones rotos

Pensé mucho tiempo si hacer o no ésta entrada para el blog, como siempre todo es desde mi punto de vista, y eso no significa que esté juzgando a alguien.

En los últimos año he visto un incremento constante de rupturas familiares, llamadas también divorcios. 

Siempre he pensado que cualquier cosa en la vida no se puede forzar, si algo, por más que lo intentes nunca funciona, simplemente no lo hará, y no se puede vivir infeliz toda la vida, estando con una persona con la que no llegarás a ningún lado.

A veces es así, porque la vida no es perfecta, porque las cosas no siempre son como las pensamos y como las deseamos y es triste, agobiante y tal vez en algún momento sientes que todo se derrumba pero tarde o temprano sales adelante. Sin embargo a veces no solo es cuestión de dos personas, en muchos casos las parejas que se divorcian tienen hijos y si hay algo en lo que creo firmemente es que en un divorcio los hijos son los que sufren más.

Solo puedo hablar de lo que he visto, no generalizo, algunas situaciones son muy tristes, sobre todo cuando los papás no están en buenos términos, a veces el enojo no nos deja ver con claridad, se olvidan de que ellos podrán dejar de ser pareja pero para un hijo su madre nunca dejará de serlo al igual que su padre, me parte el corazón cuando veo a un niño sufriendo porque tiene momentos contados para ver a alguno de sus padres, tiene horarios y días y no pueden disfrutar de una familia normal, el amor no se cuenta con la cantidad de una pensión, el amor no se puede medir en minutos, EL AMOR NO TIENE HORARIO.

Cuando somos padres, en ocasiones tenemos que hacer a un lado nuestros sentimientos para cuidar los sentimientos de nuestros hijos, no significa que tengas que soportar algo que no te hace feliz, solo que separes la relación esposa-esposo de la relación padre-hijo, no me puedo poner en el lugar de las personas que están sufriendo o pasaron por una separación, decir que los entiendo sería hipócrita y una mentira, pero creo que como adultos siempre hay formas de llegar a soluciones, también sé que hay casos (lamentablemente muchos) en los que se sufre maltrato o abuso y no se puede hacer nada por llevar una relación cordial, pero si se está en esa posibilidad creo que no hay que descartarla.

Si tu estás pasando por eso solo te pido que no envenenes el pensamiento de tus hijos, ellos sufren, no les impongas algo que muchas veces no comprenden, deja a un lado tus rencores si los tienes, y deja que disfruten a sus dos padres, ayúdalos a comprender que el amor no siempre funciona pero que eso no significa que una relación siempre debe terminar, a comprender que tal vez no se encuentre a la persona indicada al primer intento, que somos humanos y cometemos errores, pero que eso no nos define siempre como personas, que los asuntos de sus padres no tienen que definir como será su vida.

Muchas personas de grandes, hablo de hijos de personas divorciadas, no creen en las relaciones, ni en la familia, ni en el amor, y me da tristeza porque no se dan la oportunidad para darse cuenta que no siempre es igual.

Y bueno eso es algo que simplemente quería externar, la verdad es muy fácil hablar cuando no se está en los zapatos del otro, por eso es que desde un principio aclaro que mi intención en ningún momento es juzgar o señalar a nadie, por hoy lo dejaré aquí, porque a cerca de este tema tengo muchas inquietudes, así que tal vez después venga con otro punto de vista respecto a esto.

photo credit: ★ ★ ★ Love Hurts via photopin (license)

domingo, 8 de abril de 2018

El modo caracol

No, no es un método de enseñanza, ni una terapia psicológica, tampoco un proverbio o algo por el estilo, el modo caracol es el estado en que se encuentra mi hijo todas las mañana antes de ir a la escuela. Es que yo supongo que no es el único niño que actúa así, como sonámbulo y haciendo todo a la velocidad, precisamente, de un caracol, me inquieta a veces el hecho de que estamos apurados en la mañana y el con sus calmas, así que de nuevo, después de éstas dos semanas de vacaciones habrá que lidiar con eso. Lo que mas me preocupa es que estamos todavía adaptándonos al cambio de horario así que para nosotros será difícil, porque la verdad no somos de esas familias perfectas que se levantan muy temprano a hacer ejercicio, preparar jugo de naranja fresco en lo que el esposo se baña, preparar el desayuno en lo que el esposo cambia a los niños, sentándonnos a la mesa todos a desayunar para acudir cada uno a sus labores, no, definitivamente no somos esos, somos los que nos levantamos y en lo que nos vestimos estamos desayunando y... bueno, en fin un desastre, pero siempre cumplimos y llegamos justo a tiempo, es casi un milagro. Así que con todas las ganas regresaremos a la escuela y con toda la energía, bueno, la que se pueda lidiaremos con el modo caracol. ¡Feliz inicio de clases!

jueves, 29 de marzo de 2018

Unos minutos de paz

Sé que me he quejado un poco de las cosas van pasando y que de repente siento que me sobrepasan, lo acepto, el que soy débil, ero con la cabeza fría y pensándolo más a fondo creo que también he aprendido que no soy la única que se siente así. Soy una mamá común y corriente, la verdad no soy una super mamá como veo en ciertos lados, soy de lo más normal, bueno eso creo, veo por ahí, en varios grupos y en distintas redes sociales que muchas mamás hacen muchas cosas y conocen muchas cosas que yo ni me imaginaría, me gusta estar bien informada y leo bastante, pero no me obsesiono con las cosas, quiero que mis hijos disfruten de una niñez de lo más normal, sin reglas tan estrictas, sin nombres raros a cosas que para mi son completamente normales, de verdad a veces ocupan cada término para describir cosas muy sencillas, que me siento en un mundo extraño donde no pertenezco, sin embargo dentro de todas esas mujeres desconocidas hay algo que al menos en muchos casos tenemos en común, es la culpabilidad de sentirnos rebasadas por las situaciones que como madres se nos presentas, a veces por muy mínimas, ya sea que trabajen o no, ya sea que tengan estabilidad económica o que no les vaya muy bien en el camino, o bien que sean divorciadas, casadas, o solteras, en algún momento todas nos sentimos abrumadas de lo que pasa a nuestro al rededor. Así que supongo que no está tan mal, darte un respiro y buscar unos minutos de paz, muchas veces pensamos en que queremos más tiempo para nosotras, ya sea para cuidarnos físicamente, o consentirnos, o para desarrollarnos profesionalmente, queremos simplemente eso, tiempo, y siempre se nos hace imposible encontrarlo, porque estamos tan ocupadas, con los hijos, o esposos o casa o trabajo, y luego lloramos, nos quejamos, nos lamentamos y nos reclamamos por sentir esa necesidad. Pero me he dado cuenta que el tiempo está en cualquier momento, está en ese chocolate que nos comemos a escondidas (acéptalo, lo has hecho) está en ese momento en que entramos al baño en el que nuestro pequeño duerme, en el momento en que nuestros hijos van con su papá a la tienda por leche, también está en esa canción que escuchas cuando vas en el transporte público, y en ese chiste que lees en facebook, está en todas partes, incluso cuando estás tendiendo la ropa mientras inconscientemente cantas y sonríes, está en ese momento en que te acuestas en la cama y sientes la suavidad al dormir, incluso cuando has tenido un pésimo día. Así que tú, que no encuentras el momento indicado para sentirte tranquila contigo misma, disfruta de cualquier momento, incluso cuando te ves al espejo y sonríes indiferentemente, disfruta ese momento y esa pequeña porción de tranquilidad, y cuando juntes todos esos fragmentos, tendrás la paz que tanto anhelas.

sábado, 3 de marzo de 2018

La nostalgia: 5 años

Pues eso, en unos cuantos días mi pequeño totugueus cumple 5 años, no puedo creer lo grande que se ve y lo pequeño que estaba cuando lo vi por primera vez, cuando sentía que moría de amor por esos 2.3 kilos de humano, cuando llegó a revolucionar mi mundo y nos demostró que podíamos amarnos aún más de lo que ya lo hacíamos.

Con su inmensa luz, y con la alegría que nos ha brindado cada momento, vino a rompre cualquier duda y cualquier miedo y nos ha hecho siempre ir hacia adelante,

Es el niño más amoroso que conozco, es bondadoso, es muy propio, también es un torbellino de emociones y a todos lados que va lleva su alegría nata, saca una sonrisa a cualquiera que lo conoce y prococa que la gete se enamore de él.

Ese, mi pequeño, al que nadie le ha enseñado a ser tan grandioso, que simplemente nació con esa chispa y ese ángel dentro de él, lleva ya un lustro a nuestro lado y sigo sin poder creer lo rápido que ha pasado este tiempo, lo mucho que ha crecido y ha aprendido, ese niño que puede convertir mi día más nublado en el más claro está creciendo y no puedo con esa nostalgia, de que solo debo estar a su lado y guiar sus pasos durante este camino que va recorriendo a lo largo de la vida, y con la angustia de que el tiempo se me va tan fácil como el agua cuando tratas de detenerla con las manos.


Y tampoco puedo evitar sentirme tan feliz por que desde su llegada ha alegrado cada momento, por lo que ha visto y por lo que le falta por ver, porque no deja de sorprenderse con las cosas que descubre y a nosotros, sus padre, no nos deja de sorprender con cada cosa nueva que adquiere, me siento inmensamente feliz porque disfruta de todas las pequeñas cosas de manera tan natural, me llena el alma darme cuenta que es un niño contento, que sabe que sea donde sea que estemos, junto a su familia , siempre está en su hogar.

Así que pasando de largo la nostalgia ¡Feliz cunpleaños luz de mi vida! Diseñado por Freepik

martes, 27 de febrero de 2018

Los frijoles mágicos

Hace no mucho mi tortugueto cambió de psicólogo, la verdad no tenía mucha confianza, porque es muy difícil que mi nene se acostumbre a una nueva persona, cosa con la que también estamos trabajando. 

En fin cuando llegamos con la nueva doctora, sucedió lo que siempre me sucede, voltea a ver mi rostro, hace una pequeña mueca de desagrado y cambia totalmente su tono cordial con el que me saludó. Esto es porque me veo muy joven, pero no lo soy tanto ¡Tengo 27! casi siempre piensan que soy menor de edad ahí mi problema. Pero incluso si así fuera no considero que alguien tenga el derecho a juzgarme.

Comenzó a hacerme las mil y un preguntas de siempre, primero me dijo: "¿el niño tiene padre?" en serio, de todas las preguntas que pudo hacerme al principio ésta fue la que eligió, le respondí que sí, 
luego preguntó si es que vivía con el, misma respuesta, preguntó en que tipo de vivienda vivíamos, si estaba en buenas condiciones, si era madre trabajadora o ama de casa, si fue un hijo deseado y si fue planeado,  bueno una serie de preguntas más que cada vez me hacían sentir peor, ¿pues qué clase de persona nos creía? Después con la cabeza un poco fría decidí que ese era su trabajo, indagar en lo más profundo para ver el problema.


Nos dijo que no tiene establecidos límites, que somos muy consentidores, que nos dejamos manipular fácilmente por el, y que el tortugueto sabe que nos tiene en la palma de su mano -básicamente es lo que dijo- lo que a mi más me podía es que lo decía con tal seguridad que pareciera que siempre está en la sala de nuestra casa observando el comportamiento de todos.

No les haré más largo el cuento, dijo que empezaríamos con una terapia sensorial, con ¡frijoles! ni siquiera tenía idea de que se les podía dar un uso terapéutico. Primero no sabía si hablaba en serio, cuando comenzó a decirme en qué consistía todo tenía más sentido.

Me dijo que en su tina de baño, sin agua, metiera 3 kilos de frijol de diferentes colores, luego que lo metiera en ropa interior únicamente, y lo masajeara con los frijoles, que muy probablemente no le iba a gustar la sensación. Y el reto que tenía que cumplir es llenar un frasco frijol por frijol para incrementar su atención en algo. Amigos míos, con pesar les digo que no lo conseguimos, verán  al tortugueto no le interesa en lo más mínimo llenar el frasco, sin embargo eso no significa que fuera infructuoso que lo metiéramos a los frijoles, el tiene una forma muy suya de concentrarse en ellos, con su manita los toma y los separa y de todos me da el que él considera el más bonito, si encuentra uno mejor me lo cambia, así pasa largos momentos y a comparación de lo que yo creía le agradó estar ahí, él mismo pide que le hagamos la terapia y queda muy tranquilo y satisfecho después de hacerla.

Los frijoles no fue lo único que me recomendó, pero ha sido lo más relevante en estas semanas, de lo demás les contaré despues.

Por último, puede que la doctora tenga muy mala impresión de mi y que la verdad no me sea muy agradable, pero confiaré en que sabe lo que hace, ella es la psicóloga después de todo, así que le daremos una oportunidad.

Aquí termino mi reporte.

Photo by Digital Buggu from Pexels https://www.pexels.com/photo/beige-and-purple-beans-176169/

domingo, 4 de febrero de 2018

Un fracaso de mamá

No, sé si sea la única que a veces llora inconsolablemente pensando en que todo lo que hace está mal ¿les ha pasado? Son de aquellos días que todo se junta, el trabajo, el estrés, incluso el clima y para variar algo relacionado a los hijos.

Con el más pequeño de mis nenes hemos tenido diversas dificultades desde que nació, a parte que como ya lo mencionaba tiene un carácter de los mil demonios, y es muy activo, demasiado tanto que a veces desespera hasta el más paciente, además -por así decirlo- tiene un diagnóstico provisional de TDAH y digo provisional porque todavía se está trabajando en encontrarla razón específica de su comportamiento.

Primero, estoy muy consciente que nadie tiene la obligación de soportar a un niño muy activo, enojón y berrinchudo, no lo pido, siempre trato de poner orden al comportamiento de mi tortuguito, de establecer límites, de evitar a toda costa que haga berrinches y si ya está haciéndolos controlarlo lo más pronto posible, juro que hago mi mejor esfuerzo, juro que no me pesa porque es mi hijo.

Sin embargo muchas veces esas cosas no funcionan, y para colmo parece que el totugueto sabe perfectamente cuando alguien es de mecha corta, en serio parece que tiene un detector y piensa “mmm... alguien por aquí no es muy paciente, voy a probar que tanto me logran soportar”

Y para empeorarlo todo no falta que en el momento en que están más sensible por todo lo que está saliendo mal, alguien “amablemente” te critique porque tú eres el responsable del comportamiento de tu hijo y de poner orden en su vida y pues sí, eso entre muchas cosas más hacen que a veces me sienta un fracaso de mamá.

Así que quería contarles un poco de como me siento algunos días, supongo que no solo a mi me pasará, pero lo que suelo hacer es llorar un rato (a veces son horas) dormir y descansar y al otro día borrón y cuenta nueva, me levanto, me sacudo el polvo y sigo adelante riéndome de mis propios fracasos e irreverentemente tratando de enfrentar las dificultades de ésta aventura que llamamos maternidad.

Hasta aquí mi reporte.


Designed by Freepik